En la WW2 (World War 2 / Segunda Guerra Mundial) fueron muchas las actividades encubiertas por las agencias de inteligencia de los gobiernos. Y por supuesto, el Partido Nazi también ejecutó sus propias maniobras para iniciar la guerra. Según se tiene registro, existe una operación secreta protagonizada por los nazis que determinó el destino de la humanidad.
Esta operación secreta fue liderada por Reinhard Heydrich, quien por entonces ejercía como líder de la agencia de inteligencia nazi SS. Esta operación secreta tuvo el nombre Operación Himmler. Lo que pretendía esta misión, era satanizar a los polacos como agresores a la sociedad alemana. Sería un problema que ocurriría propiamente en la frontera de ambos países.
Este suceso ocurrió en la localidad de Gleiwitz, que actualmente es conocida con el nombre de Gliqice. Por entonces, en dicha localidad existía una emisora de radio que actualmente se presenta como un museo de la memoria. Reinhard Heydrich, designó para esta operación a Alfred Naujocks, quien en compañía de siete militares más atacarían a la emisora.
El ataque a la estación de radio y los “ataques fronterizos”
El grupo de militares atacó a dicha emisora haciéndose pasar por polacos, vestidos con los mismos uniformes del ejército. Una vez al mando de la emisora, los supuestos soldados polacos leyeron un comunicado en el que repudiaban a la nación de Alemania, como también sus políticas. De esa manera, los oyentes se sintieron vulnerados por las fuerzas militares del país aledaño.
Unos días más tarde, el Abwehr (que era otro servicio de inteligencia nazi) envío a las tropas del SS alrededor de unos 150 uniformes de militares polacos. Pero no solo eso, también agregaron cajas de cigarrillos y fósforos comercializados en Polonia. Una serie de cartas, documentos y tarjetas de identidad reforzaban el teatro que se estaba armando.
En esta operación secreta que gestaría el inicio de la WW2, el Gestapo Heinrich Müller, que fue considerado como uno de los hombres más crueles de la SS, le informaría al comandante Alfred Naujocks que dejaría el cadáver de una persona recién abatida y vestida con uniforme militar polaco. Dicha víctima provenía de un campo de concentración y era judía.
Las conservas en lata
Ese cuerpo sería dejado dos minutos después de haberse iniciado el ataque a la estación de radio. Heinrich Müller pasaría junto a un Opel negro para dejar el cadáver. El caso es que en la Operación Himmler, la Gestapo dejaría más cadáveres de esa misma manera, ubicándolos en zonas fronterizas. Estos cadáveres tendrían el nombre en clave de “conservas en lata”.
El comandante Alfred Naujocks declararía más tarde que Müller contaba con unos doce cadáveres más que serían ubicados en las zonas fronterizas de Alemania, justo donde existían guardias nazis. De esa manera sembrarían la idea de que habían sido dados de baja durante combates.
Además, en esta operación encubierta que anticipaba a la WW2, se contaba con un médico pagado para inyectarles a las “conservas en lata” la dosis para aniquilarlos. Lo demás sería hacer uso de marcas de balas de fusil para darle realismo al ataque. Una vez concluía la operación secreta, se llevaba acudía a periodistas para que reportaran el suceso.
La Guía Numero 1, exigía dar inicio a dicha operación
Uno de esos combates simulados acontecería en Hochlinden. En palabras del comandante Naujocks la fecha en que se inició esta ola de asaltos fue el 31 de agosto. Hitler se entrevistó a 12:40 horas con Wilhelm Keitel quien era el jefe del Estado Mayor de Alemania. A este hombre le entregó de la Guía Numero 1 para dar inicio a la guerra.
En dicho informe se anuncia que el 1 de septiembre de 1939 debía empezar el ataque. Ya todo estaba sincronizado para iniciar la batalla y entonces Heydrich alertó a los demás miembros para llevar a cabo la Operación Himmler. La contraseña que recibió Naujocks para emprender la acción contra la emisora fue “La abuela ha fallecido”.
Una vez realizado el asalto a la estación de radio, los nazis se encontraron con tres técnicos y un agente de policía, a quienes encerraron en el sótano. Fue así como Alemania tuvo motivos para invadir a Polonia y comenzar su ambiciosa conquista de Europa.
La noticia apareció de inmediato en el diario del partido nazi
Esa misma mañana, en el periódico NSDAP del partido nazi, conocido con el nombre de Völkischer Beobachter, revelaba todo lo sucedido en la frontera. El título de la noticia no era otro que: “Un grupo de agresores ataca la emisora de radio de Gleiwitz”.
Sin duda alguna, esta operación secreta fue esencial para el inicio de la WW2. Hoy, demuestra cómo la mentira puede convertirse en verdad y esta dar origen al caos. La inteligencia alemana, se prestó entonces para enmascarar la realidad y ofrecerle al mundo motivos para expandir sus horizontes políticos y militares.