Encuentran enterrado a un niño vampiro

En octubre del año 2018, David Soren, un arqueólogo de la Universidad de Arizona, descubrió en uno de los cementerios infantiles más importantes del mundo, lo que podría ser un niño vampiro. Este descubrimiento fue realizado en La Necropoli dei Bambini, en Italia. Nombre que traduce La Necrópolis de los Niños. 

Esta necrópolis se encuentra ubicada en Lugnano in Teverina, más exactamente en lo que es el centro de Italia. ¿Qué edad tiene este cementerio? Siglos: porque de acuerdo a datos históricos, fue construido un siglo antes del nacimiento de Cristo. Es decir, en los tiempos del Imperio Romano

El niño en cuestión, o bueno, el esqueleto de este niño, fue encontrado con una piedra de gran tamaño en su boca. La piedra, evidentemente se hizo cargo de obstruir su garganta. De acuerdo a David Soren, esto se debe a una especie de ritual de la época, que tenía la finalidad de evitar que se propagara una de las enfermedades más terribles de aquel entonces: la malaria. 

Ha sido nombrado como el vampiro de Lugnano 

Debido al modo en que fue encontrado, este esqueleto, cuyo sexo está por determinarse, fue bautizado con el nombre de “Vampiro de Lugnano”. Se afirma por otra parte, que la razón de la piedra en la boca, obedece también a una forma de evitar que la persona en cuestión pudiera levantarse de la tumba. Ya que por aquella época, se hablaba de la posibilidad de que los muertos salieran de sus tumbas.

Y así, se levantarían para propagar enfermedades terribles o sembrar el terror entre los mortales. Se trata entonces un hallazgo muy inusual, en un cementerio que de acuerdo a datos históricos, fue utilizado como un lugar de gran superstición. No es extraño encontrar durante las excavaciones, esqueletos de sapos, perros, garras de cuervos, muñecas, entre otros.

De hecho, es muy común que los cuerpos de los difuntos se presenten incompletos. En ese sentido, tienes que pensar en esta necrópolis como un lugar bastante misterioso que realmente generaba pánico y respeto por parte de los habitantes cercanos. Las excavaciones que se han realizado aquí llevan más de treinta años. 

Hace eco a una tradición y reaviva la sospecha 

¿Imaginas entonces lo que eso supone? Que si este cementerio lleva siglos de haberse instaurado, existen capas y capas y más capas de cementerios. De hecho, esto era algo muy común en aquella época. A diferencia de los cementerios actuales, el concepto de tumbas y catatumbas obedecía a ese sepultar sobre sepultar. 

Si a eso se le agrega todas las supersticiones de los romanos, entonces es posible que el cuerpo de este niño (o niña) si pueda corresponder a un vampiro. Eso afirmaría entonces que la tradición de los vampiros es mucho más antigua de lo que llegamos a imaginar. 

Buena parte de la historia de los vampiros, comenzó a tener un gran posicionamiento en la época en que fue publicado el libro de Drácula, escrito por Bram Stoker. Pero antes de eso, ya existía el concepto de los vampiros. Es tan antiguo que ya en la Antigua Grecia se hablaba del tema. 

El origen de los vampiros 

Existen varias razones por las que los vampiros podían haber nacido. O más bien, comenzar a tener presencia en este mundo, a través de los cuerpos de las personas. Se habla de que una persona puede convertirse en vampiro si sufre una muerte violenta o muy prematura. 

Incluso, puedes ser vampiro de nacimiento, como algo genético que ocurre en ti por la historia de tu alma. Otras teorías afirman que una persona puede convertirse en vampiro debido a la celebración de rituales paganos o funerarios. Y la otra tiene que ver con maldiciones que gana una persona al realizar actos demasiado macabros. 

La última de las tesis es la más común. Es la que afirma que te conviertes en vampiro si alguien te muerde el cuello. Así, adquieres ese provisional don de la inmortalidad, que solo puede llegar a su fin en caso de que decidas asolearte un poco. El sol es el peor enemigo de los vampiros. 

Los vampiros y la Edad Media 

Durante la época de la Edad Media, los vampiros tuvieron un papel muy protagónico. El imaginario sobre su existencia fue tan fuerte, que la tradición cristiana agregó ciertas fórmulas para mantenerse a salvo de estos personajes. El uso de ajos, de los cristos y las estacas, entre otros, son inventos ideados por los sacerdotes como alternativa para enfrentarse a estos seres. 

En el caso del niño vampiro encontrado en la necrópolis, la idea de que haya sido sepultado con una roca en su boca alienta aún más la idea de que lo haya sido en vida. Al tener la boca abierta, el cuerpo del niño no tendría una buena oxigenación de la sangre, lo que habría deteriorado sus fuerzas.

Ya que precisamente otras de las tesis sobre los vampiros afirman que son personajes con muchísima fuerza. Razón por la que podrían huir de sus tumbas, así estuviesen sepultados a metros bajo tierra. 

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