En España, más exactamente en la ciudad de Banyoles, existe lo que se denomina un Lago Ness. ¿Lago Ness… acaso ese no es el del dinosaurio que vive bajo las aguas de una ciudad de Escocia? Sí, es a ese mismo lago al que nos referimos. Solo que en este caso se habla del Lago Banyoles, el cual es conocido por estar en una zona de gran valor medioambiental.
En el año de 1992, en los Juegos Olímpicos de Barcelona, este lago fue usado para ciertos deportes náuticos. Se estima que muchos de los deportistas que se esforzaron en estas aguas, no tenían la más mínima idea de los secretos, misterios y leyendas que esconde este Lago Ness español.
De acuerdo a la leyenda, bajo la superficie de las aguas de este lago, existe un monstruo cuya apariencia es bastante similar a la de un dragón. Pero, a diferencia del Lago Ness, esta leyenda tiene una antigüedad mucho mayor. Se estima que la idea de esta leyenda ya estaba vigente desde los tiempos de Carlomagno.
El monje francés y el dragón
Cuando este rey logró asentarse en la región de Gerona, la leyenda del Lago Banyoles empezó a cobrar vida. De hecho, la razón por la que Carlomagno visitó el lago obedecía a su deseo de aniquilar al dragón. Según afirma la historia, Carlomagno llegó acompañado un monje francés, llamado San Emeterio.
Se dice que Carlomagno, un poco atemorizado por la leyenda, decidió pedir ayuda al monje, quien se haría cargo de llevar al dragón hasta la misma plaza del pueblo. Se dice que el dragón, tras encontrarse con el monje, no pudo resistirse a su fe y su vocación de rezar sin cansancio. Fue así como aquella bestia decidió acompañarlo.
Curiosamente, se afirma que este acontecimiento fue anterior a la edificación del Monasterio de San Esteban de Banyoles. Tiempo después, el monje decidió marcharse de la ciudad, para vivir en una cueva escondida en medio del bosque. El monstruo del Lago Ness… perdón, perdón, del Lago Banyoles, decidió volver a las aguas. Aún hoy se dice que vive allí.
Allí habitaría al menos un plesiosaurio
De acuerdo a registros históricos, en el Lago Banyoles se han sumergido un buen número de naves. Se habla incluso de una aeronave rusa. Además, las leyendas sobre mujeres que salen de las aguas, al igual que las fantásticas hadas medievales, también forman parte de la historia del lago.
Se afirma que en este lago, si decides visitarlo en horas de la noche se pueden escuchar los gritos de los aldeanos ahogados en otro tiempo. Igualmente, podrás ser testigo de los ruidos provocados por las criaturas marinas que allí se encuentran. Criaturas horrorosas que viven en la oscuridad de las aguas.
De acuerdo a estudios, este Lago Ness español, posee una gran cantidad de pozas. Es un lago considerado como activo en términos geológicos. Ahora bien, las descripciones que se realizan sobre sus monstruos coinciden mucho con las que se tienen del dinosaurio del Lago Ness en Escocia: reptiles de la época del Mesozoico, mejor conocidos como plesiosaurios.
Los rumores del siglo XX
Quizá lo más interesante del Lago Banyoles es que su leyenda se mantiene viva a pesar del paso de los siglos. A comienzos del siglo XX, ocurrieron varios acontecimientos que ayudaron a avivar, el aire de leyenda que existe en esta región del país. Son leyendas que se mantienen vivas, tanto por las personas de la ciudad como por la cultura de toda la región.
De hecho, desde décadas anteriores al siglo XX, se habla de una diligencia que cumplía la ruta de entre Olot y Banyoles que fue ataca por una criatura que salió del agua. Ya entrado el siglo XX, más exactamente el 26 de mayo de 1913, una embarcación de turismo en la que viajaban a bordo doce personas, se volcó sin motivo justificable.
De los viajeros a bordo, solo se salvaron dos personas. Algunos de los cadáveres de las personas fallecidas no fueron encontrados nunca, pese a que meses más tarde sí se logró identificar varios. No fue el único evento de pavor que ocurrió en esa época.
El caso del barco con 140 franceses
Ya para el año de 1998, más exactamente el 8 de octubre, una embarcación de recreo volvió a realizar un viaje en el lago, llevando en su interior a 140 pensionados franceses. A escasos metros de la orilla del lago, el patrón percibió que en la embarcación ingresaba agua a través de la popa. El hombre quiso regresar de nuevo a la orilla, pero fue imposible.
El barco logró hundirse, acabando con la vida de veinte personas. Fue uno de los incidentes más polémicos del Lago Banyoles. Nunca se supo la verdad sobre este caso, aunque algunos afirmaban que el problema se derivaba simplemente del exceso de peso que tuvo que soportar el barco por parte de los turistas, además del equipaje de la bodega.
Pese a ello, otros expertos afirman que es poco probable que así fuese, debido a la gran resistencia y diseño del barco, que estaba certificado para soportar un gran volumen de peso.