El caso del perro que anunciaba la muerte

Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre. Este animal es uno de los más nobles y más cercanos a la raza humana. Se estima que hace cuarenta mil años, comenzaron a convivir con la raza humana. ¿Por qué? Se habla de la conspiración canina. 

Los perros decidieron aproximarse a los hombres, porque estos tenían fuego y alimento para brindarles. Ellos por su parte le ofrecerían defensa y seguridad. Así se creó una relación que en la actualidad se simplifica en la ternura y el amor. La genética de los canes sabe ya la misión que deben desempeñar. 

Sin embargo, a pesar de esta fama de animales nombres, a los perros también se les asocia con lo oscuro y tenebroso. Nada más hay que decir que en el mismo Hades, el perro de este dios, tiene tres cabezas y no resulta para nada amigable para aquellos que han perdido la vida y están condenados a visitar el infierno. 

El caso del Monasterio del Escorial: una puerta al infierno 

En los mismos jeroglíficos del antiguo Egipto se puede observar a un perro cuya apariencia negra le hace parecer a un chacal. Es un animal de orejas puntiagudas, asociado al dios Anubis, quien es precisamente el mismo dios del inframundo y el gobernante del más allá. ¿Será una coincidencia?

Pero no es la única vez que en la historia se hace referencia a los perros como algo tenebroso y mágico. De acuerdo al historiador Mariano F. Urresti, cuando se construía el Monasterio del Escorial, que es una de las obras máximas del Rey Felipe II, los trabajadores observaban como un perro negro se paseaba por los andamios como dueño y señor del territorio. 

El perro acostumbraba a pasearse en horas de la noche. Y para muchos no resultaba extraño, ya que el monasterio se estaba edificando sobre lo que en otro momento fue un lugar maldito. Se estima que el Rey Felipe II ordenó construir dicho lugar religioso para sellar una de las puertas que conducían al mismísimo infierno. 

Helhond: el perro infernal que aterroriza el sur y este del país de Holanda

De modo que existe un común denominador que también afirma que los perros también se mueven en el mundo de las tinieblas. En Holanda, existe un perro denominado como Helhond, lo que traduce a Perro Infernal. Para aquellos que logran verlo, este perro se presenta como un signo de fatalidad y malos augurios. 

Se asegura que es muy común verlo en regiones del país del este y el sur. De acuerdo a ciertos investigadores, tal como lo es Jorge Gallego, este perro tiene un alto impacto sobre la sociedad holandesa. Una de las poblaciones que afirma verlo con frecuencia es De Lutte, ubicado en la zona de Baja Sajonia. 

Jorge Gallego afirma este perro sea visto en zonas de cementerio, como también en sitios donde se han cometido homicidios. Es tanto el respeto que emana de este perro, que en la misma localidad se ha establecido una bandera con su apariencia y hasta se ha creado a una escultura de lo que denominan como el perro demoníaco. 

El sonido de la cadena de este perro también causa terror 

Otro dato que se tiene de Helhond es que aquellos que escuchan su ladrido, pueden estar seguros que alguien morirá dentro de poco tiempo. De hecho, existen algunas estadísticas que aprueba que esto está más que garantizado. Uno de los testigos más recientes de este animal fue Stefan Veerle.

Este hombre, que vive en Groningen, dice haber visto al perro, cuyos ojos iluminados le llevaron a sentir que en su interior el animal estuviese viviendo una horrible combustión. Es decir, que sus ojos, dejasen a la vista las llamas que ardían en su interior. Poco tiempo más tarde, uno de los primos de este hombre falleció de manera repentina. 

En muchas ocasiones no han visto a Helhond, pero sí han podido escucharlo. Es fácil diferenciarlo de los otros perros, ya que porta una cadena que genera un ruido exclusivo. El sonido mismo de esta cadena se presenta como una advertencia, una premonición de lo que supone la próxima muerte, ya sea para quien lo escucha, o bien, para alguno de sus seres queridos próximos. 

Un perro al que se debe respeto 

Además de esto, se afirma que es en la época de invierno, las personas se abstienen de caminar por las calles de noche, ya que es cuando el perro Helhond realiza mayor presencia. Para los holandeses del este y el sur, se trata de una bestia a la que se le debe tener respeto y que ha anunciado el final de muchas vidas humanas. 

¿Qué opinas al respecto? ¿Qué sentirías en caso de encontrarte con un perro de estas características? 

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