EEUU tiene desarrollada una superbomba atómica secreta

La bomba atómica es una de las invenciones de la industria armamentista más peligrosa del planeta. El ser humano viene en armamento nuclear desde el año de 1942, cuando EEUU comenzó a trabajar en el denominado Proyecto Manhattan. Este proyecto considerado ultra secreto, concluyó con el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. 

A lo largo de las últimas décadas, la bomba atómica ha sido utilizada de manera restringida. Es decir, su potencial al menos no ha sido aprovechado en guerras. El momento de mayor tensión de la historia nuclear armamentista fue el de la Guerra Fría. Y más exactamente en la Crisis de los Misiles. 

Por entonces, Rusia y EEUU tenían un conflicto que amenazaba al mundo con el inicio de una guerra que desataría el holocausto nuclear. Se estimaba que miles de millones de personas morirían en está cruce de fuego, entre bomba atómica y bomba atómica. Por suerte, el tema no paso a mayores.

Una versión más optimizada sobre la B61-12

Aunque en un futuro no muy lejano es probable que sí. Hace casi tres años, la Fuerza Aérea de los EEUU aprovechó el poder militar de un avión F-16 para lanzar una bomba nuclear inerte. Es decir, se lanzó la carcasa, por así decirlo, en cuyo interior estaría el material nuclear. Se trata de una bomba denominada como B61-12. 

Este experimento le permitió a EEUU probar hasta qué punto pueden usar naves militares de este potencial para bombardear zonas determinadas. Con este lanzamiento, se comprobó ante todo que el material nuclear no se encuentra en riesgo de explotar debido a la interacción generada por el avión. 

Para ello se utilizaron diversos equipos tecnológicos como un radar altimétrico y un sistema de reglaje, entre otros.  Fue la misma Fuerza Aérea de los EEUU la que anunció esta actividad en abril del año 2017. Esto significaría que las fuerzas militares del país, han estado ensayando un nuevo tipo de bomba atómica, que entraría a reemplazar a las bombas B61. 

El secreto se encuentra en su cabeza de impacto 

En el momento, en EEUU y en buena parte de los países de Europa, los ejércitos tienen a su disposición armas de este mismo calibre. Rusia, mientras tanto, también ha estado trabajando de manera fuerte en la elaboración de nuevas armas nucleares. Pero por lo visto, por ahora es el país norteamericano el que reconoce el tipo de armamento que tiene a su disposición.

¿Pero en que consiste esta nueva versión de bomba atómica? De acuerdo a lo develado por algunos medios, en realidad no se trata de una versión mucho más avanzada que la bomba atómica B61. Sino que ahora posee una cabeza nuclear que permite elegir entre cuatro potencias. Dichas potencias, variarían de acuerdo al objetivo militar.

Además, el arma B61-12, trabajaría con un sistema propio de posicionamiento, que le permitiría a la bomba atómica dirigirse hacia su blanco, sin que necesariamente el avión tenga que ubicarse justo sobre el blanco. Pero lo peor de todo sobre esta bomba, es que dada esa nueva cabeza, su impacto sería tan fuerte que podría devastar búnkeres bajo el suelo. 

El miedo de la era nuclear 

De hecho, se habla de un impacto capaz de perjudicar a búnkeres militares de alto rango. En síntesis se pude decir que se trata de un arma considerablemente peligrosa, que deja a la vista el problema sobre la industria armamentista y el poder de las armas nucleares.  

Desde hace décadas, la industria militar se ha limitado a realizar ensayos con las nuevas creaciones en materia de tecnología nuclear. Se habla por ejemplo del gobierno de India, que cuenta con diversos misiles de alto impacto, capaces de surcar el cielo de manera intercontinental. Lo mismo ocurre con Corea del Norte y otros países de Asía. 

Pero los ensayos sobre el impacto de estas armas parecen tener un objetivo distinto al de iniciar una guerra nuclear. Da la sensación que tantas pruebas militares en torno a este tipo de arma, representan solo una provocación y una forma de demostrar el potencial militar que tiene un gobierno. Es al mismo tiempo una forma de intimidación y una estrategia de autoprotección. 

La gran pregunta siempre será: ¿será posible que se inicie una guerra de semejante magnitud donde se use todo ese armamento? ¿Estará la humanidad al borde de la extinción en el caso de que así sea? ¿Hasta dónde piensan los gobiernos más avanzados del mundo jugar con este tipo de armamento?

Es una pregunta que solo podrá responder el futuro. 

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